Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://deweynyei804895.jaiblogs.com/65478988/el-gesto-inesperado-de-zidane-en-la-final